Esta mañana, la Asociación de Empresas de Áridos de la Comunitat Valenciana (ARIVAL) ha celebrado su 40ª Asamblea General, en el salón de actos de la Caja Rural de Vilafamés, en Castellón. El presidente de Arival, Custodio Monfort, ha asegurado que “las perspectivas iniciales para 2018 hacían esperar otro año de crecimiento sostenido pero, nuevamente, la convulsa y cambiante situación política ha hecho que se vuelvan a sembrar las dudas sobre el comportamiento futuro del consumo”.

“Es impensable que la Administración Pública sea la primera que paga mal a las empresas de este país”, así ha iniciado su discurso el presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Salvador Navarro, en la clausura de la Asamblea General. “Las asambleas generales de las asociaciones empresariales son un buen momento para buscar estrategias de futuro. En ese sentido, este sector debe pasar por la innovación y la digitalización. Es verdad que se necesita una fuerte inversión, pero solo así seremos capaces de llegar a todos los mercados. Tenemos que coger el timón y empezar a trabajar por esa innovación, ya que el futuro está ahí. Y también la transformación del modelo de negocio a través de la digitalización. Se que en este sector es más complicado, pero es un reto que ninguna de las empresas puede posponer. También es prioritario que, después de todo lo que ha ocurrido en la Comunitat Valenciana, ahora tenemos un proyecto consolidado, somos un modelo muy interesante, ya que hemos conseguido vertebrarnos. Por ello es necesario un NIF para toda la Comunitat Valenciana y, sobre todo, la independencia económica. Que un modelo como es la CEV, que el 65% de sus ingresos, sean privados, nos da mucha independencia”.

Navarro también ha dicho que es muy importante que se consoliden los distintos gobiernos, tanto el nacional como los autonómicos y “el siguiente paso es poner en marcha el compromiso que le arrancamos al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, la rebaja impositiva en el impuesto de sucesiones. No queremos ser más que los demás, pero queremos el mismo trato que se le da al resto. La Comunitat Valenciana tiene que ponerse en el pelotón de bajada de cuestiones fiscales”. Para finalizar, el presidente de la CEV, ha señalado que la Comunitat Valenciana ha perdido mucho tiempo “por no estar posicionada en Madrid ni en Bruselas. La voluntad de la CEV es tener ese posicionamiento en ambas plazas”.

Datos sector áridos

El año 2018 se ha cerrado con un crecimiento del 6,6%, para un consumo total de áridos naturales para la construcción de 121 millones de toneladas. No obstante, se ha experimentado en el ejercicio una desaceleración respecto a las perspectivas iniciales. Además, se mantienen variaciones territoriales importantes y una Comunidades Autónomas experimentó un nuevo decrecimiento. A esta cantidad hay que añadir 1,7 millones de toneladas de áridos reciclados y 0,7 millones de toneladas de áridos artificiales. El consumo total de áridos para la construcción alcanzó los 123,3 millones de toneladas. El crecimiento del consumo de áridos para la construcción, en 2018, muestra una evolución territorial positiva en la gran mayoría de Comunidades Autónomas, retrocediendo únicamente en la Región de Murcia (-5,8%). Castilla y León (+3,3%), Cantabria (+3,3%) y Extremadura (+0,8%) son las Comunidades Autónomas con el crecimiento más débil. Por el contrario, Galicia (+13,3%) lidera el crecimiento, seguida de Madrid (+8,6%), la Comunidad Valenciana (+8,6%), Navarra (+8,3%), La Rioja (+8,1%) y el Principado de Asturias (+7,9%) que han tenido un comportamiento más positivo en crecimiento porcentual, aunque las variaciones absolutas en volumen de consumo son todavía muy pequeñas.

Aplicando la media europea por habitante, el país debería consumir, al menos, unos 240 millones de toneladas, es decir, cerca del doble del valor registrado en 2018. Desde 2006, cuando el consumo de áridos por habitante en España era uno de los más importantes de Europa, con cerca de 12 toneladas / habitante / año, esta cifra ha sufrido una reducción considerable.

A pesar del incremento de 2018, hasta las 2,6 toneladas / habitante / año, sigue netamente por debajo de la media europea (5,4 toneladas / habitante / año). Estos valores siguen siendo más propios de países subdesarrollados del tercer mundo que de una economía occidental integrada en la UE como la española.

La desaceleración económica general y la ausencia de una planificación a medio y largo plazo, han llevado a todos los sectores de productos de construcción a revisar a la baja las buenas perspectivas iniciales. En este sentido, a estas alturas del ejercicio, se prevé un crecimiento del consumo de áridos del 5 % para el conjunto del país, con muchas desigualdades territoriales.

Por su parte, Luis Rodulfo, vicepresidente ejecutivo de Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción (CEPCO), ha hecho un análisis de la coyuntura en la construcción y la Ley de Contratos del Sector Público. Rodulfo ha señalado que España es el cuarto país de la UE, detrás de Alemania, Italia y República Checa, en aportación del sector de productos de construcción al saldo comercial de su país; siendo el que mayor crecimiento de la Unión ha tenido en este concepto desde 2008. La tasa de paro del sector de productos de construcción se sitúa en el 9,8%, 4,65 puntos por debajo de la tasa nacional.